La Gran Paradoja de las Camas: ¿Libertad? ¡Viva la censura!!
Hemos publicado una foto de algunas camas del club y un pie de foto juguetón:
“Donde caben dos, caben tres… Y en OPEN, en esas camas ya hemos comprobado que caben cincuenta. Eso sí: siempre con respeto y mente abierta. 🗝️🍍”.
Lo hemos hecho para normalizar lo que pasa a diario en nuestro espacio: encuentros consensuados entre parejas que exploran juntas, sin engaños. Como club swinger, promovemos acuerdos mutuos que fortalecen relaciones, y mucha gente quiere ver cómo es “por dentro”. ¿Lógico, no?
Pero en 2025, donde “sexual” es palabra tabú, la foto fue borrada por “fomentar actividades… ya sabéis”. ¿En serio? ¿Una cama grande promueve eso? ¿Cuál es el tamaño “seguro”: individual inocente, king sospechosa, pero cincuenta personas = alarma? El algoritmo no distingue un espacio de adultos consentidores de un escándalo.

La incongruencia da risa en una sociedad “libre” que censura camas porque despiertan imaginaciones… que a muchos atraen.
Y hablando de atractivo, nosotr@s tenemos más miembros registrados que los abonados actuales del Levante UD (que ha superado los 15.000 para la temporada 2025) aunque no todos juntos como en un partido abarrotado.
Eso muestra el interés real en normalizar encuentros adultos con respeto.
Nos parece mucho más obscena la doble moral: censurar camas mientras redes bullen de violencia, políticos o fake news. ¿Qué es peor, imaginación consensuada o algoritmos que ignoran daños reales como engaños en parejas y una prostitución diaria normalizada?

Y aquí viene el giro que desnuda la hipocresía más cruda: los hombres pueden reunirse perfectamente con los amiguetes a “trabajar” todos los días en el puticlub, y eso está bien visto, como un rito social inofensivo; pero nosotras no podemos ir libremente a un swinger a pasar un rato consensuado, sin que nos tachen de escandalosas o nos censuren. ¿Libertad para quién, exactamente?
En España hay libertad sexual, o eso se dice.
En resumen, la culpa no la tiene esa costurera fallera que oculta a su familia dónde trabaja y no para de reportarnos masivamente. La verdadera responsable es la sociedad que permite que plataformas como Instagram vayan en contra de esa libertad sexual.
Al final, no va de camas, sino de hipocresía.
Mientras España evoluciona, publicaremos reportajes del NODO sobre nuestros eventos diarios.
Vivimos tiempos curiosos…

Publicado en X.com ( En algunas zonas censurado )
https://twitter.com/openmindedes/status/1950131178427527313